Palacio de La Moneda

Palacio de La Moneda

Es la casa de gobierno de la República de Chile y centro de importantes decisiones políticas que han marcado la historia del país, constituyéndose a la vez en un símbolo de identidad nacional.

El edificio debe su nombre a su función original como Real Casa de Moneda de Santiago, fue diseñado por el arquitecto romano Joaquín Toesca y Ricci y su construcción se llevó a cabo entre fines del siglo XVIII y primeros años del siglo XIX. Se ubica en el centro de la ciudad de Santiago, en pleno barrio cívico de la capital, y ocupa el solar cuyos límites son: al norte, la calle Moneda y la Plaza de la Constitución; al sur, la Plaza de la Ciudadanía; al este, calle Morandé y, al oeste, calle Teatinos.

Además de su carga histórica, política y simbólica, el Palacio de La Moneda destaca por sus características estéticas. Concebido dentro de los cánones neoclásicos, ha sido reconocido como una de las obras arquitectónicas más sobresalientes de la América Colonial y en 1951 fue declarado Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico.

Desde que fuera inaugurado en 1805, ha experimentado numerosas transformaciones: sismos, incendios, intervenciones arquitectónicas, bombardeos, el gusto y las necesidades de diversos presidentes y gobiernos han modificado su estructura original.

En su configuración actual es posible observar cuatro patios: Patio del Canelo, Patio de las Camelias, Patio de los Naranjos y Patio de Honor o de los Cañones. Entre los espacios de la planta baja del inmueble destacan el Salón Montt Varas, el Salón Pedro de Valdivia, el Salón O’Higgins y la Capilla. Además, en el segundo piso se ubican la Galería de los Presidentes, el Despacho Presidencial, el Salón de Audiencias Presidenciales, conocido como Salón Azul, el Salón Independencia, los salones dedicados a poetas, entre otras dependencias que integran el edificio.

Las reparticiones de gobierno que actualmente están en el Palacio de La Moneda son: el Gabinete Presidencial, el Gabinete de la Primera Dama, el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, el Ministerio Secretaría General de la Presidencia, el Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio Secretaría General de Gobierno y el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.  

Real Casa de Moneda de Santiago

En las primeras décadas del siglo XVIII, la economía de la Capitanía General de Chile estaba en crisis, entre otros factores, afectada por el terremoto de 1730 y las restricciones económicas impuestas por el Virreinato del Perú. En este contexto se solicitó al Rey de España permiso para instalar una Casa de Moneda en Santiago. El principal obstáculo para aprobar esta solicitud era el alto costo que implicaría a la Corona Española, motivo ante el cual se decidió que la obra fuese financiada por un particular. La responsabilidad la asumió Francisco García Huidobro, comerciante español residente en Chile y acreedor de varios cargos. Tras varios años de espera, en octubre de 1743, Felipe V de España autorizó fundar la Casa de Moneda de Santiago.

La primera sede de la Casa de Moneda se situó en calle Huérfanos, en tanto la primera moneda de Chile fue acuñada, en 1749, con la imagen del Rey Fernando VI. En 1770, a instancias del monarca Carlos III, la Casa de Moneda fue incorporada a la Corona de España y en 1772 se instaló en el antiguo Colegio San Miguel, contiguo a la Iglesia de la Compañía. En vistas de que la nueva sede no cumplía con los requisitos necesarios para las labores de acuñación, se inició la búsqueda de un nuevo local.

El diseño y la elaboración de los planos recayeron en el arquitecto romano Joaquín Toesca y Ricci (1752 – 1799). A principios de 1780 Toesca había llegado a Chile, gracias a la gestión del obispo Manuel de Alday y Aspée, con la tarea de finalizar la Catedral de Santiago. Al poco tiempo, y debido a su gran desempeño, el Gobernador Agustín de Jáuregui le solicitó diseñar el nuevo edificio de la Real Casa de Moneda, cuyos planos Toesca entregó en 1782. La construcción comenzó a mediados de 1784 en el llamado solar de los Teatinos, su actual ubicación.

Inspirado en los principios neoclásicos, Toesca diseñó una construcción fuerte, sólida, con muros de más de un metro de espesor, que privilegiaba la horizontalidad frente a la altura, simétrica, de fachadas sobrias y elegantes, con columnas y pilastras dóricas. No obstante, era posible observar cierta persistencia barroca especialmente al interior del edificio y en la decoración de su frontis.

Entre los materiales utilizados para edificar la Casa de Moneda se cuentan veinte distintos tipos de ladrillos, piedra colorada de la cantera del cerro San Cristóbal, cal de Polpaico, arena de las orillas del río Maipo, y maderas de roble y ciprés de Valdivia, mientras que la rejería fue realizada por destacados artesanos en Vizcaya, España. En tanto, para el diseño de los equipamientos de la fábrica de monedas y el pabellón de acuñación, Toesca se basó en la Casa de Moneda de Lima, establecimiento que visitó para conocer su funcionamiento.

Toesca murió en 1799 sin terminar su magna obra. En su reemplazo fue nombrado el ingeniero militar Agustín Cavallero, quien a su vez se retiró en 1802, quedando a cargo Miguel María Atero e Ignacio Andía y Varela. En 1805, y pese a que aún faltaban detalles en sus terminaciones, el edificio fue inaugurado oficialmente. Su magnificencia generó gran impacto en el Santiago de la época, ciudad donde dominaban las edificaciones coloniales. Al mismo tiempo representó una modernización tanto en materia de técnicas constructivas como de gusto, marcando el tránsito de la arquitectura colonial a la neoclásica, estilo este último que inauguró en el país y que se impuso durante el siglo XIX. Por estos motivos, a principios del 1800, la Real Casa de Moneda de Santiago se instaló como un referente arquitectónico para Chile y América Latina.   

Nueva sede de Gobierno y Morada de los Presidentes

A partir de 1846, por decisión del Presidente de la República Manuel Bulnes Prieto, el edificio de la Real Casa de Moneda de Santiago se constituyó también en sede gubernamental y residencia de los mandatarios. Antes, la casa de gobierno estaba en el Palacio de la Real Audiencia de Santiago, actual edificio del Museo Histórico Nacional, ubicado frente a la Plaza de Armas.

Tras este cambio, la acuñación de monedas se siguió realizando en la zona sur del inmueble y las habitaciones utilizadas por el tesorero y el contador de la Casa de Moneda, situadas en el segundo nivel, al costado poniente de la entrada principal, se destinaron a los ministerios. En tanto, el segundo piso situado de la entrada principal al oriente, antes utilizado como residencia por el Superintendente, fue adaptado para albergar al Jefe de Estado y su familia.

El último Presidente de la República en utilizar el Palacio de La Moneda como residencia fue Carlos Ibáñez del Campo, quien tomó esta determinación bajo su segundo gobierno (1952 – 1958). Desde entonces, y hasta la actualidad, ha operado exclusivamente como sede de gobierno.

Nueva fachada para Palacio

En 1929, el Presidente Carlos Ibáñez del Campo decidió erradicar las labores de amonedación y crear nuevos espacios para las reparticiones de gobierno, razón por la cual la Casa de Moneda se trasladó frente al Parque Quinta Normal.

Erradicada la amonedación del edificio, se llevó a cabo uno de los cambios estructurales más importantes aplicados al Palacio de La Moneda. El proyecto se encargó a la firma de arquitectos Smith Solar y Smith Miller quienes, en 1930, y respetando el estilo neoclásico aplicado por Toesca a las fachadas de Morandé, Moneda y Teatinos, construyeron la fachada sur de la casa de gobierno en dirección a la Avenida Libertador Bernardo O’Higgins, más conocida como Alameda.  

La firma de arquitectos no sólo se ocupó de la arquitectura de la nueva fachada y consideró también aspectos como carpintería, decoración, cerrajería, iluminación y calefacción. A diferencia del estilo neoclásico replicado en la cara externa, al interior del ala sur se optó por un estilo neocolonial que se observa especialmente en las columnas y arcos de medio punto trabajados con cantera rosada, en las vigas de madera y en el uso de fierro forjado, elementos de los cuales algunos aún se conservan. Aunque en principio estaría destinado el Ministerio de Educación, el nuevo cuerpo sur del inmueble albergó al Ministerio de Relaciones Exteriores.

Después de ejecutadas las obras de la fachada sur, el pabellón de acuñación y balanza, parte fundamental del proyecto de Joaquín Toesca, se mantuvo por varios años hasta que fue demolido bajo la presidencia de Juan Antonio Ríos (1942 – 1946). En su reemplazo surgió el espacio que hoy se conoce como Patio de los Naranjos.

Reconstruir sobre ruinas

Entre los acontecimientos que más daños han provocado al Palacio de La Moneda están el bombardeo efectuado por aviones Hawker Hunters durante el Golpe de Estado de 1973 y el posterior incendio producto del ataque. Estos hechos afectaron principalmente la zona nororiente de la casa de gobierno, donde estaban situados el Despacho del Presidente Salvador Allende, el Gabinete Presidencial y el Patio de Invierno, destruyendo casi por completo su configuración arquitectónica y decorativa. Menos deterioros sufrió el ala sur del inmueble, sector que se mantuvo prácticamente intacto.

A cargo de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, los trabajos para reconstruir el Palacio de La Moneda se desarrollaron entre 1974 y 1981.

En el proyecto, encabezado por los arquitectos Rodrigo Márquez de la Plata, Jorge Swinburn y Hernán Rodríguez Villegas, primó el respeto por la concepción original de Joaquín Toesca, criterio bajo el cual se suprimieron las transformaciones llevadas a cabo en el edificio hasta 1973. Asimismo, se buscó que la ornamentación y acondicionamiento estuviera en concordancia con la historia de Chile y el estilo neoclásico del inmueble.

De símbolos y memoria

Tras el retorno a la democracia se realizó una serie de gestos simbólicos que buscaban reconstruir la memoria histórica y restituir el valor del Palacio de La Moneda como emblema nacional. En 1999, finalizando el gobierno del Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994 – 2000), se restauró el frontis del edificio con el propósito de recuperar su color blanco de origen, efecto que en su construcción se había logrado a través del uso de cal. Luego se procedió del mismo modo con el resto de las fachadas, proceso que finalizó en el año 2001.

Con motivo del noveno aniversario de la Ley Indígena, en octubre de 2002, el Presidente Ricardo Lagos encabezó una ceremonia en la que participaron representantes de distintas comunidades originarias. Durante el acto se plantó un canelo, árbol sagrado para el pueblo mapuche, en uno de los patios interiores del Palacio donde tuvo lugar la celebración. A partir de entonces este sector es conocido como Patio del Canelo y rinde homenaje a los pueblos originarios de Chile.

El año 2003 fue una fecha significativa al cumplirse treinta años del golpe de Estado de 1973. Como parte de las actividades realizadas para conmemorar este hecho, se reabrió la puerta de Morandé 80. Creada por el Presidente Pedro Montt en 1906, ésta constituyó el ingreso privado de los mandatarios y sus familias cuando residían en el Palacio. Por este lugar, además, fue retirado el cuerpo del Presidente Salvador Allende, fallecido el 11 de septiembre de 1973. Posteriormente, Morandé 80 fue clausurada y eliminada sin dejar rastros de su existencia en la casa de gobierno hasta su reapertura en agosto del 2003, bajo el gobierno del Presidente Ricardo Lagos. Ese mismo año, en el Palacio de La Moneda se inauguró un memorial en homenaje al Presidente Salvador Allende, constituido por dos grandes medallas de cobre, una con la imagen del ex Presidente y otra con personajes característicos del pueblo de Chile, dispuestas sobre el muro expuesto del edificio.

El 11 de septiembre del año 2008, bajo el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, fue inaugurado el Salón Blanco, espacio de carácter conmemorativo que recrea el antiguo despacho del Presidente Salvador Allende y el ex Salón Independencia. Dispuesto en el entonces Gabinete Sociocultural, actual Gabinete de la Primera Dama, su diseño estuvo a cargo del arquitecto Alberto Uranga.

Continuando con los homenajes en el Gabinete de la Primera Dama, cinco espacios se configuraron con el propósito de rendir honor a notables poetas y artistas de Chile. Los salones: Neruda, Gabriela Mistral —reinaugurados en 2013 y 2014, respectivamente—, Vicente Huidobro (2013), Gonzalo Rojas (2012) y Salón Taller Matta, han ido otorgando un nuevo sentido a este sector. 

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